Impacto del embarazo y el parto en el piso pélvico: prevención y recuperación 🤰🔄
Dra. Verónica García, ginecóloga en Medellín, Antioquia. Agenda tu valoración presencial para un plan de prevención o recuperación personalizado.
1) ¿Qué es el piso pélvico y por qué importa en el embarazo?
El piso pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que sostienen vejiga, útero y recto. Durante el embarazo aumentan el peso abdominal y las hormonas (relaxina, progesterona), lo que distiende tejidos; y en el parto, especialmente el vaginal, estos músculos y sus nervios se elongan al máximo. Esto puede derivar en:
Incontinencia urinaria o fecal
Dolor pélvico/relaciones sexuales dolorosas
Sensación de “peso” o prolapso de órganos pélvicos
El embarazo y, sobre todo, el parto vaginal están asociados a mayor riesgo de disfunciones pélvicas frente a la cesárea, aunque la cesárea tiene otros riesgos y no es una “póliza” contra todo problema del piso pélvico. Decidir la vía de parto siempre debe ser individualizado.
2) Factores de riesgo clave
Parto instrumental (fórceps/ventosa), expulsivo prolongado, desgarros severos.
Episiotomía y desgarros de tercer o cuarto grado aumentan el riesgo de incontinencia anal.
Bebé grande (macrosomía), primer parto, edad materna avanzada, tabaquismo, tos crónica, obesidad y estreñimiento crónico.
3) Prevención durante el embarazo
a) Entrenamiento de la musculatura del piso pélvico (PFMT/Kegels)
Realizado de forma estructurada y con guía profesional, reduce la aparición de incontinencia en el final del embarazo y posparto.
b) Masaje perineal (desde la semana 35)
El masaje perineal prenatal y durante el segundo periodo del parto se asocia con menos desgarros severos y menos episiotomías.
c) Técnicas intraparto que protegen el periné
Compresas tibias y maniobras de protección pueden reducir desgarros severos.
d) Hábitos protectores
Mantener peso saludable, tratar el estreñimiento (fibra, agua, hábitos de baño), manejar alergias/tos y evitar levantar cargas excesivas.
4) Recuperación posparto: qué esperar y cómo actuar
Cronograma orientativo (puede variar según cada caso y vía de parto):
Semanas 0–3
Descanso relativo, caminar suave, respiración diafragmática y activación gentil del piso pélvico (contracciones suaves, sin dolor).
Semanas 3–6
Aumentar caminatas; progresar PFMT (contracciones rápidas y sostenidas), trabajo de core profundo y movilidad lumbopélvica. Si hay dolor, sangrado anormal, escapes o sensación de peso, consulta antes de avanzar.
Semanas 6–12
Primera revisión integral (idealmente antes de la 12ª semana) y valoración de piso pélvico para personalizar la progresión.
Desde la semana 12+
Impacto progresivo (saltar/correr) solo si: sin escapes, sin sensación de peso, sin dolor pélvico/ lumbar, buena función del core y test funcionales superados (sentadilla a una pierna, saltos suaves, tos sin escapes).
¿Y si tuve cesárea?
El embarazo por sí mismo cambia el piso pélvico; PFMT y core profundo siguen siendo útiles. Ajusta la progresión por la herida abdominal y dolor.
5) Terapias y apoyos útiles
Fisioterapia de piso pélvico: evaluación interna/externa, PFMT individualizado, biofeedback, reeducación de patrones de esfuerzo y postura.
Educación en hábitos: hidratación, fibra, técnica para toser/estornudar, higiene defecatoria y evitar pujos.
Soportes/ pesarios: en prolapsos o escapes seleccionados, pueden ayudar mientras rehabilitas; deben indicarse y ajustarse por profesional.
6) Señales de alarma: consulta de inmediato si…
Pérdida de gases/heces o dolor perianal intenso.
Sangrado abundante o persistente, fiebre, dolor pélvico severo.
Incontinencia urinaria que no mejora tras 6–12 semanas, sensación de “bulto” vaginal, dolor en relaciones o urgencia miccional que limita tu vida.
7) Mitos frecuentes (y realidades)
“La cesárea evita cualquier problema de piso pélvico.”
Reduce algunos riesgos en comparación con parto vaginal, pero no elimina todos los problemas y tiene sus propios riesgos.“Hacer Kegels siempre es bueno.”
Útiles si están bien indicados y ejecutados; en hipertonía o dolor, pueden empeorar. Mejor evaluación profesional.“Volver a correr a las 6 semanas es la regla.”
Hoy se prefiere un retorno por criterios y con progresión, frecuentemente alrededor de 12 semanas o más.
8) Preguntas frecuentes (FAQ)
1) ¿Cómo sé si estoy contrayendo bien el piso pélvico?
Debe sentirse una “elevación” suave hacia adentro (no empujar hacia abajo). Lo ideal es la guía de fisioterapia.
2) ¿Desde cuándo puedo empezar ejercicios posparto?
Desde los primeros días con activación suave y caminar; progresar semanalmente según síntomas.
3) ¿El masaje perineal duele o puede ser peligroso?
No debería doler si se realiza con lubricante y técnica adecuada.
4) Tuve un desgarro de 3º/4º grado. ¿Qué hago?
Requiere seguimiento estrecho (cicatriz, esfínteres y fisioterapia temprana) para prevenir complicaciones.
5) ¿La lactancia influye en molestias vaginales o dolor en relaciones?
Los estrógenos más bajos pueden dar sequedad; la hidratación, lubricantes y, en algunos casos, estrógeno tópico pueden ayudar.
6) ¿Cuándo puedo retomar impacto (saltos, correr)?
Cuando cumplas criterios funcionales sin síntomas; generalmente desde las 12 semanas.
7) ¿La diástasis abdominal se relaciona con el piso pélvico?
Sí, comparten función del core profundo. Trabajar respiración, transverso y coordinación ayuda a ambos.
8) ¿La fisioterapia sirve aunque ya pasaron meses o años?
Sí, sigue siendo muy útil incluso tiempo después del parto.
9) ¿Un prolapso leve puede mejorar?
Sí, con rehabilitación, cambios de hábitos y, en algunos casos, pesario.
10) ¿Qué evalúa la consulta con la Dra. Verónica García?
Antecedentes obstétricos, examen ginecológico, cicatrices, continencia, función sexual y coordinación abdomino-pélvica. A partir de allí diseña un plan individualizado.
Agenda tu cita conmigo, la Dra. Verónica García
Tu salud íntima es una parte esencial de tu bienestar general. Si buscas una solución efectiva, segura y personalizada, estoy aquí para ayudarte.
Con mi experiencia y compromiso, te acompañaré en el camino hacia una mejor calidad de vida. Recupera tu confianza y bienestar en un entorno profesional y cálido. ¡Tu salud y felicidad son mi prioridad!